viernes, 10 de octubre de 2008

Morena

Marrón, dorada, atezada y canela,
así es eso que te cubre, esa tela,
que bautiza mis manos sin más religión
que la tuya, tu dulce corazón...
El color de la vida más serena
descansa en tus hombros
y en tu tez firme y hermosa,
bella como abrazo que dura siglos...
Yo en un jardín vigilado por semáforos,
espero que no se vuelva blanco y negro,
la pintura que me dibujaste en el alma,
en los momentos que me tallas en madera la alegría...
Si se formara el arco iris quisiera que fueras tú,
unas franjas tu miedo, tu esperanza y tu abrazo,
las otras tu piel, tu mirada y tu risa,
en resumen, el color que tú quieras...
Hoy por ti morena escribo,
por tu cerebro de agua fresca,
por ti gravado en tinta de coco y mar,
dejo mi repentino amor sincero...
Si me traes tu azúcar de gurisa,
de muchacha de cuento indio y Caribe,
me quedo envuelto siempre en tu tela,
marrón, dorada, atezada y canela...

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