Lo mucho que olvido

Soy apenas parte de todos mis recuerdos,
que andan en este suelo ardiente en esta cal;
no significa que viva de ellos ni ellos de mí,
tan sólo quiero recordar lo mucho que olvido

Por eso entre letra y letra
no me canso de justificar,
que siempre haya un inicio
entre tanto final

Desde la mano que me da de comer,
hasta la mirada que me juzga,
aportan al espacio que me libera,
a la vida que me encadena

Soy tan poca cosa y lo sé,
sensato y padezco de sueños,
cabeza dura, pero ante todo,
un alma con manos de tierra

Soy apenas parte de todos mis recuerdos,
la ilusión de lo creo que soy,
no significa que no sea lo que creo ser,
tan sólo quiero recordar lo mucho que olvido.

Tan sólo un día

¿Qué hago con este día?

Rotación que marca la costumbre,
de recordar hacia donde voy
a dejar mi sonrisa gastada

¿Qué hago con este día?

¿Lo abrazo o lo olvido? ¿Lo contemplo o me animo?
A sacar extractos de la vida,
que transita por mis ojos cansados

¡Ya en serio! ¿Qué hago con este día?

Si me retuerce en dolor,
o si me empapa en dicha,
recuerdo que sigue siendo tan sólo un día

Te imaginé

Hoy no sólo te imaginé,
construí con trozos del tiempo tu amor,
no sólo fue un momento, una imagen,
fue el infinito fundido en nuestra piel...

Hoy no sólo te imaginé,
uní los trazos de un lápiz que te dibujó,
no eran líneas en blanco y negro en el aire,
era el color del tiempo que te guardó...

Te imaginé queriendo quererme,
y fue suficiente para entender,
que te quiero de muchas formas,
entera, como todo lo que sueles ser...

Hoy no sólo te imaginé,
abracé el calor que dejaste,
calmé la sed con lo que me diste,
que nunca será suficiente...

Hoy no sólo te imaginé,
conformé las piezas del ayer,
el antes, el después y el siempre,
en un eterno amanecer...

Te imaginé queriendo decirme,
que también me imaginas,
que me quieres de muchas formas,
entero, como todo lo que suelo ser...

Mi alma gastada (Cuánto te quiero)

Aún si mi alma está gastada
sigue siendo más grande que mi voz,
que el acantilado de mi cuerpo,
que el hecho permitido por mis manos

Busco comprender este abismo,
pero sin vos es complejo y confuso,
como el mundo, porque eres más que un lugar,
eres más que un país, más que el tiempo

Con vos me doy cuenta de cosas sencillas,
como que mi alma aunque esté abatida
y desconsolada por las migajas de los días,
sigue siendo más grande que mis palabras

Dejo ahora mis instintos atrás
y completo esta última línea agradecido,
con lo único que comprendo bien,
que nunca podré decirte cuánto te quiero...

Tu alma

Abriendo lentamente tu vestido,
me doy cuenta que estás hecha de paz,
algo suave, algo brutal,
algo humana y algo celestial

Caí tantas veces sereno,
absolutamente lleno,
destruyendo el oscuro estruendo,
de mis lágrimas quebrando el suelo

Exploré tus delicados secretos,
anoté en mi bitácora tu aurora,
galáctica inmensidad inquebrantable,
sin muerte, ni adiós, ni hasta luego

En tu poema quiero explicar,
que hay tantas maneras de mencionarte,
tan pocas formas de olvidarte,
y una sola para amarte

Porque este amor es claustrofóbico
y pertenece afuera en las cosas,
explotando a diario y pintando los meses,
siempre sobra para compartir mañana

Siempre seré tu cantor furioso,
cegado, iluminado, oculto en la noche,
seré tu constructor de sueños,
tu guerrero en la batalla...

Abriendo lentamente tu alma,
me doy cuenta que estás hecha de paz,
algo suave, algo brutal,
algo humana y algo celestial...

Me faltó un minuto

Me faltó un minuto,
un minuto solamente,
esperé pacientemente,
por un minuto nada más...

Me lo cobró al salir el sol,
el alba arrebatándome el ayer,
fue un minuto imposible de ver,
un minuto que encierra al mundo...

El tiempo permanece egoísta,
el espacio es un esquema raro,
el minuto centinela del sueño,
el dulce minuto ausente...

A mis ojos les falta la luz
que les robó despacio tu ausencia,
es imposible revivir con paciencia,
el minuto en que no estás...

No sentí tu abrazo

No sentí tu abrazo,

se diluyó en mi piel,

fue la indiferencia infiel,

pura falta de concentración;

quedó ese fuego

vertido en mi sombra,

pude haber hecho más,

tallarlo en mi alma, recortarlo…

No sentí tu abrazo,

se perdió en la noche,

fue sinceramente un disparate,

una sutil desgracia;

entre los dedos se escabulló

audaz, volátil e inquieto,

pude haber hecho más,

respirarlo, hacerlo mío…

No sentí tu abrazo,

sincero, vivo y tierno,

por no escribirlo de tus brazos

me sobró y ahora me falta;

se durmió claro y eterno,

merecido menos por mí,

pude haber hecho más,

recogerlo, cuidarlo siempre…

No sentí tu abrazo

me perdí de todo,

pasó junto a mí,

lo ignoré y me ignoró;

nunca llegó a su destino,

no creció en mi esperanza,

pude haber hecho más,

nombrarlo, salvarlo de la muerte…