Mi alma gastada (Cuánto te quiero)

Aún si mi alma está gastada
sigue siendo más grande que mi voz,
que el acantilado de mi cuerpo,
que el hecho permitido por mis manos

Busco comprender este abismo,
pero sin vos es complejo y confuso,
como el mundo, porque eres más que un lugar,
eres más que un país, más que el tiempo

Con vos me doy cuenta de cosas sencillas,
como que mi alma aunque esté abatida
y desconsolada por las migajas de los días,
sigue siendo más grande que mis palabras

Dejo ahora mis instintos atrás
y completo esta última línea agradecido,
con lo único que comprendo bien,
que nunca podré decirte cuánto te quiero...

Tu alma

Abriendo lentamente tu vestido,
me doy cuenta que estás hecha de paz,
algo suave, algo brutal,
algo humana y algo celestial

Caí tantas veces sereno,
absolutamente lleno,
destruyendo el oscuro estruendo,
de mis lágrimas quebrando el suelo

Exploré tus delicados secretos,
anoté en mi bitácora tu aurora,
galáctica inmensidad inquebrantable,
sin muerte, ni adiós, ni hasta luego

En tu poema quiero explicar,
que hay tantas maneras de mencionarte,
tan pocas formas de olvidarte,
y una sola para amarte

Porque este amor es claustrofóbico
y pertenece afuera en las cosas,
explotando a diario y pintando los meses,
siempre sobra para compartir mañana

Siempre seré tu cantor furioso,
cegado, iluminado, oculto en la noche,
seré tu constructor de sueños,
tu guerrero en la batalla...

Abriendo lentamente tu alma,
me doy cuenta que estás hecha de paz,
algo suave, algo brutal,
algo humana y algo celestial...

Me faltó un minuto

Me faltó un minuto,
un minuto solamente,
esperé pacientemente,
por un minuto nada más...

Me lo cobró al salir el sol,
el alba arrebatándome el ayer,
fue un minuto imposible de ver,
un minuto que encierra al mundo...

El tiempo permanece egoísta,
el espacio es un esquema raro,
el minuto centinela del sueño,
el dulce minuto ausente...

A mis ojos les falta la luz
que les robó despacio tu ausencia,
es imposible revivir con paciencia,
el minuto en que no estás...