viernes, 31 de octubre de 2008

Entre más te quiero

Entre más te quiero,
más me esmero en traducir amor,
en explicarlo con detalles simples
y darle forma con la mano y el cincel;
porque cuando preguntan por amor,
se explica poco y se dice mucho,
y de antemano se abraza y se vuelve a abrazar,
hasta que se erosione la piel y se quemen los labios;
hoy dispongo de pocas ganas de decir,
me sudan las manos y me tiemblan los pies,
de las ganas de ir, volar, cantarte y venir,
de arrullarte con mi cuerpo y mi alma a la vez...
Entre más te quiero,
más me vuelvo aire y caracol,
música del mar que suena en el umbral,
donde se acaba todo para quererte con todo;
porque cada vez que llega una ola,
se dibujan en la arena nuestros pies,
y de antemano te llevo a donde quieras,
para que tengas lo que tengo y también me tengas;
hoy me explico por lo que hago para ti,
me duermo, despierto y contigo sueño mes a mes,
con las ganas de ir, navegar, cantarte y venir,
de quererte con mi cuerpo y mi alma a la vez...

lunes, 20 de octubre de 2008

Tú eres el pueblo

En las islas tú eres la costa,
recibes caricias frecuentes de las olas,
y dejas atracar los barcos de la gente,
que parten, pescan, regresan y sueñan
fiestas que despistan el dolor de la rutina,
qué más que el sueño le queda al mundo,
esperanza que le das con tu mirada,
porque en las islas tú eres el pueblo...
En la ciudad tú eres las calles,
te queda el ruido del murmullo de los autos,
y le das paso a la prisa de la gente,
que no se detiene, corre y se ríe,
sonrisas que desvían el llanto y la amargura,
qué más que la risa le queda al mundo,
alegría que le das con tu voz,
porque en la ciudad tú eres el pueblo...
El la siembra tú eres la tierra,
te dan agua y te abrazan raíces,
y le das frutos al hambre de la gente,
alimento fresco que enrojece mejillas,
qué más que la vida le queda al mundo,
movimiento que le das con tus manos,
porque en la siembra tú eres el pueblo...
En la pobreza tú eres el amparo,
te quedas con nada y te abrazan los niños,
y le das techo a la intemperie de la gente,
calor y cobijo que matan la miseria,
qué más que sustento le queda al mundo,
vacío que llenas con tus pasos,
porque en la pobreza tú eres el pueblo...
En la invalidez tú eres las nubes,
cargas ilusión, un viaje y los senderos,
y le das un río a los lagos de la gente,
corazones inquietos que van y vienen,
qué más que voluntad le queda al mundo,
dulce intento que le entregas a diario,
porque en la invalidez tú eres el pueblo...

viernes, 17 de octubre de 2008

Cada vez que eres

Déjame ser tu verdugo en la tristeza,
pero no matarte a ti,
en lugar de eso matarte la amargura
y de la forma más simple acabarla con certeza;
deja que te deje cuentos en los sueños,
en tu mesa de noche, que te arrullen,
te cuento que mis cuentos son los tuyos,
porque cada vez que eres soy, y por eso soy quien soy...
Déjame ser tu anestesia en el dolor,
pero no dormirte a ti,
en lugar de eso dormirte la agonía
y de la forma más simple terminar con lo peor;
deja que te deje versos en la almohada,
en tu sábana y pijama, que te entiendan,
te recito que mis versos son los tuyos,
porque cada vez que eres soy, y por eso soy quien soy...
Déjame ser tu guía en la inclemencia,
pero no guiarte a ti,
en lugar de eso guiar la penumbra
y de la forma más simple perderla de vista;
deja que te deje escrituras en las manos,
pergaminos y mapas atados en el pelo,
te escribo que mis escrituras son las tuyas,
porque cada vez que eres soy, y por eso soy quien soy...
Déjame ser tu beso en el abismo,
pero no besarte a ti,
en lugar de eso besarte el alma
y de la forma más simple borrarte el olvido;
deja que te deje un te quiero en el costado,
en tu cuerpo, en el calor de tus mejillas,
te quiero porque mi corazón es el tuyo,
porque cada vez que eres soy, y por eso soy quien soy!

viernes, 10 de octubre de 2008

Morena

Marrón, dorada, atezada y canela,
así es eso que te cubre, esa tela,
que bautiza mis manos sin más religión
que la tuya, tu dulce corazón...
El color de la vida más serena
descansa en tus hombros
y en tu tez firme y hermosa,
bella como abrazo que dura siglos...
Yo en un jardín vigilado por semáforos,
espero que no se vuelva blanco y negro,
la pintura que me dibujaste en el alma,
en los momentos que me tallas en madera la alegría...
Si se formara el arco iris quisiera que fueras tú,
unas franjas tu miedo, tu esperanza y tu abrazo,
las otras tu piel, tu mirada y tu risa,
en resumen, el color que tú quieras...
Hoy por ti morena escribo,
por tu cerebro de agua fresca,
por ti gravado en tinta de coco y mar,
dejo mi repentino amor sincero...
Si me traes tu azúcar de gurisa,
de muchacha de cuento indio y Caribe,
me quedo envuelto siempre en tu tela,
marrón, dorada, atezada y canela...

viernes, 3 de octubre de 2008

Una vez soñé

Siempre queda entreabierta la puerta
que da al balcón de tu abrazo,
y cuando sopla el viento se abre más,
y queda tu piel descubierta a la luz de la luna;
espero que la distancia de tus labios
no crezca más de lo necesario,
que la calma de tenerte no se esfume,
que llueva sobre el balcón y siempre quedes tú;
que en el momento de tomar café
y te pida el azúcar me des el corazón,
y cuando te vuelva a ver y te ofrezca el sol,
me lo niegues a toda costa y me des tus manos;
y que con tus manos y las mías formemos futuro,
parques sin hojas marchitas y eternas melodías;
sueño con las más cálidas mañanas contigo,
que estuvo gris la tarde y le dimos color con la aurora,
pintamos óleos y acuarelas;
que estuvo fría la noche y derretimos el hielo con risas,
con besos y chimeneas, con figuras de madera...
Sueños me sobran en las noches sin ti,
una vez soñé que entre bailes y juegos
construimos esperanza para los que no tenían ninguna,
y con tijeras y papel hicimos trenes de alegría,
que llevaban niños con carita sucia y corazón triste,
y el viaje no terminaba, nunca contigo abordo,
evaporando el sereno y aplacando el olvido...
Soñé que contigo ni el tiempo tendría prisa,
en fiestas ni en guerras, ni en el alma desbocada;
soñé contigo aliviándome el dolor de la gente,
y que sencillamente con tus ojos congelabas el hambre,
que cuando más necesitaba el desamparo,
menos necesitabas tú, y me dabas besos y esperanza,
en fin, lo que tenías de más...
Sueños me sobran en las noches sin ti,
una vez soñé que cuando tomábamos café,
te pedí el azúcar y me diste el corazón,
y te otra vez y te ofrecí el sol,
me lo negaste a toda costa y me diste tus manos,
y con tus manos y las mías formamos futuro,
básicamente parques y melodías,
óleos, acuarelas y trenes de alegría...