viernes, 17 de octubre de 2008

Cada vez que eres

Déjame ser tu verdugo en la tristeza,
pero no matarte a ti,
en lugar de eso matarte la amargura
y de la forma más simple acabarla con certeza;
deja que te deje cuentos en los sueños,
en tu mesa de noche, que te arrullen,
te cuento que mis cuentos son los tuyos,
porque cada vez que eres soy, y por eso soy quien soy...
Déjame ser tu anestesia en el dolor,
pero no dormirte a ti,
en lugar de eso dormirte la agonía
y de la forma más simple terminar con lo peor;
deja que te deje versos en la almohada,
en tu sábana y pijama, que te entiendan,
te recito que mis versos son los tuyos,
porque cada vez que eres soy, y por eso soy quien soy...
Déjame ser tu guía en la inclemencia,
pero no guiarte a ti,
en lugar de eso guiar la penumbra
y de la forma más simple perderla de vista;
deja que te deje escrituras en las manos,
pergaminos y mapas atados en el pelo,
te escribo que mis escrituras son las tuyas,
porque cada vez que eres soy, y por eso soy quien soy...
Déjame ser tu beso en el abismo,
pero no besarte a ti,
en lugar de eso besarte el alma
y de la forma más simple borrarte el olvido;
deja que te deje un te quiero en el costado,
en tu cuerpo, en el calor de tus mejillas,
te quiero porque mi corazón es el tuyo,
porque cada vez que eres soy, y por eso soy quien soy!

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