miércoles, 25 de febrero de 2009

No soy sin un motivo

No soy sin lo imposible, sin lágrimas de alegría, sin la ruta de la vida por las venas, no soy sin la victoria de los buenos, sin los sueños de la gente... No soy sin la música, sin las óperas de Puccini, la guitarra de Segovia y Petrucci, no soy sin la Sonora Santanera y el tambor africano, sin la novena sinfonía de Beethoven, sin la verdad de Serrat y... No soy sin el deporte, sin Pelé, Zidane, Platini y Beckenbauer, sin Amstrong, Woods, Rocky Marciano y Schumacher, no soy sin el derrape de Loeb y el golpe de Federer, Evert y Borg, sin los oros de Paavo Nurmi y las brazadas de Phelps y Spitz, no soy sin el fuego olímpico... No soy sin la pintura, sin la fantasía de Hicks y Rousseau, sin el movimiento natural de Rembrandt, sin el legado de Felo García y Amighetti, sin La nave de los locos y La Gioconda, no soy sin óleos y acuarelas... No soy sin héroes, sin la nobleza de William Wallace y Juana de Arco, sin la valentía de Galvarino, Luther King y Gandhi, no soy sin Voltaire, Montesquieu y Jesús de Nazaret... No soy sin un poema, sin los caminos de Antonio Machado, sin Walt Whitman, Shakespeare y Rubén Darío, no soy sin la tinta y el corazón de Neruda y Benedetti, sin García Lorca y Jorge Debravo... No soy sin un paisaje, sin los ríos y cañones de la Sierra Madre, sin el Nilo y el Kinzig de la Selva Negra, no soy sin el ocaso de mi tierra, sin el valle de Katmandú, no soy sin el mar azul... No soy sin un motivo, sin que la vida rebusque en mi corazón, sin que el tiempo sea irreversible, no soy sin sueños y sin agua, sin paz y la dulzura de los días, no soy sin ti...

jueves, 12 de febrero de 2009

Tan solo un segundo

En vísperas de primavera cuento contigo,
en cualquier lugar, época y segundo,
tendrías que saber que anduve en sueños,
en fantásticos recorridos y siempre conté contigo...

En los Alpes nevó y se congeló mi imagen,
tuve frío pero mi risa quedó perpetua por ti;
en la Amazonía llovió a cántaros y me mojé,
se borraron mis poemas pero reí por ti...

En el Atacama se quemaron mis pies por el sol,
después de unas quejas ofrecí carcajadas a las dunas;
en Kuala Lumpur subí a las Petronas y morí de vértigo,
pero volví a nacer en risas porque conté contigo...

En Normandía me hirieron y me curé contigo,
en la Guerra Santa clavaron espadas en mi pecho,
pero me quedaron fuerzas para reir contigo,
luché en muchas batallas, caí del caballo y siempre conté contigo...

Anduve en tierras prohibidas, de caníbales y fieras,
sufrí heridas causadas por la soledad,
conocí a David Livingstone en la sabana africana,
y me dormí en los pastizales soñando contigo...

Edad media, oscurantismo, siempre estuviste tú,
entre batallas con Juana de Arco tuvimos hambre,
hubo hombres sin mujer, hijos y esperanza,
luchamos por la libertad y siempre conté contigo....

Al llegar Colón a isla Uvita ví penurias,
soldados ultrajando aborígenes dueños del suelo,
robando oro, con pólvora y patrañas,
cortaron mis manos pero siempre conté contigo...

En las guerras navales napoleónicas naufragué,
luego de balas de cañón y amigos muertos,
marineros con familia, sólidos y valientes,
que quedaron tendidos, yo conté contigo...

Instalaron misiles nucleares en Cuba,
rusos, soviéticos labrando futuro,
guerra fría con vasta destrucción de sueños,
un desperdicio de alegría y yo conté contigo...

Observé de lejos el último golpe al muro de Berlín,
la unión de familias, novios y amantes,
el fin de la tiranía al oeste, por todas partes,
y estuve en el parque celebrando y canté contigo...

En el 86 ví la mano de Dios, un gol de esperanza,
en el Azteca dejé los sueños regados por montón,
y sentí siempre en cada celebración,
el protagonismo de tu dulzura en cada historia y rincón...

Incluso llegué a conocer a Julio César,
conocí el Coliseo romano repleto de gente,
y luego de gritar ¡Ave, Caesar, morituri te salutam!
luché contra Cornelius Scipion el "Africanus" y conté contigo...

En ese Coliseo estuve frente a un león,
el cual no me atacó, me miró a los ojos,
y supe por repentina calma que eras tú,
que siempre me acompañabas con el corazón...

Y supe de inmediato que también eras la primavera,
que eras la nieve de los Alpes y la lluvia de la Amazonía;
eras la sombra y las dunas del Atacama y el viento en Kuala Lumpur,
los barcos y aliados en Normandía, mi caballo en la Guerra Santa;
me dí cuenta que fuiste la soledad en África, las historias de Livingstone,
que eras Juana de Arco y la libertad de mis hermanos,
y en eso de 1502 supe que eras la belleza de la costa americana,
las ansias españolas, el miedo aborigen, la nueva esperanza;
fuiste siempre los grandes galeones guerreros franceses e ingleses,
eras mi flote al quedar naúfrago y solo, la sal del mar en mis labios,
fuiste el discurso de grandes políticos, el miedo del mundo,
la guerra fría y la alegría de no lanzar misiles,
fuiste la primera grieta del muro de Berlín, la sonrisa del preso,
también eras el beso de los amantes nuevamente unidos, eras la libertad;
eras los gritos de la gente en el Azteca, la mano de Dios,
la fiesta en Buenos Aires, las lágrimas en Londres...
Siempre estuviste a mi lado, porque conté contigo,
me regalaste la vida en Roma, en todo el mundo,
anduve en muchos lugares, épocas y segundos,
pero ahora que estoy presente en esta época con vos,
no quiero viajar más entre año y año,
sin que estés presente en cuerpo y alma,
para regalarme la historia más increíble de las historias,
quiero que tengas de una vez por siempre mi corazón,
en vísperas de primavera que me regales el tiempo,
y si fuera el caso que no tuvieses tanto,
regálame tan solo un segundo...

domingo, 1 de febrero de 2009

Poema de febrero

Eres mi memoria y simplemente eso,
la amistad de tus manos entre vientos de espera,
cual si no pasara el año arrastrando los meses,
como inicio en el fin, como olores que recuerdo;
eres mi memoria y simplemente eso,
fotografías de rincones que imagino a cada rato,
mágicos, nostálgicos y llenos de tu abrazo,
iluminados y oscuros, de luz tenue;
hay un San Valentín para ti en febrero,
prefiero que tengas uno todos los meses,
y en la rutina que no es comercial,
te regalo el corazón en una caja de cristal...
Eres mi memoria y simplemente eso,
el tiempo que me regala una derrota,
el paso inevitable de los años,
los momentos que me endulzan la vida;
eres mi memoria y simplemente eso,
mi febrero y todos los meses,
la alegría de tener futuro,
una amiga al principio del arco iris;
hay un poema para ti en febrero,
prefiero que tengas uno todos los meses,
y en pergaminos de menta y café,
regalarte el corazón y simplemente eso...