No sentí tu abrazo,
se diluyó en mi piel,
fue la indiferencia infiel,
pura falta de concentración;
quedó ese fuego
vertido en mi sombra,
pude haber hecho más,
tallarlo en mi alma, recortarlo…
No sentí tu abrazo,
se perdió en la noche,
fue sinceramente un disparate,
una sutil desgracia;
entre los dedos se escabulló
audaz, volátil e inquieto,
pude haber hecho más,
respirarlo, hacerlo mío…
No sentí tu abrazo,
sincero, vivo y tierno,
por no escribirlo de tus brazos
me sobró y ahora me falta;
se durmió claro y eterno,
merecido menos por mí,
pude haber hecho más,
recogerlo, cuidarlo siempre…
No sentí tu abrazo
me perdí de todo,
pasó junto a mí,
lo ignoré y me ignoró;
nunca llegó a su destino,
no creció en mi esperanza,
pude haber hecho más,
nombrarlo, salvarlo de la muerte…