Guardo pequeñas cosas en mi baúl,
guardo luces, detalles y tristezas,
y ante tanta turbulencia del tiempo,
se salen, y saltan y vuelan
No evito mezclar penas y risas,
no rechazo ron ni melancolía,
y desde la pradera más perenne,
declaro que estoy, que estoy vivo
Guardo la música de la campiña,
la que tocaban tus cabellos cuando niña,
la que desde mi infancia escucho,
en los rincones donde no escucho nada
Las cosas que sé ya ni las toco,
lo dulce va y viene pero nunca me deja,
así como esperanzas y listones azules,
de mi pobre corazón y tu cabello respectivamente
Guardo lo que ni te imaginas,
tus arrebatos, tus escalofríos,
y escribo en la palma de mi mano,
las estaciones de tus cosquillas
Así como narro mis andanzas,
y me gustan mis travesías,
me quedo con las tuyas,
las que inyectan osadía
Guardo en mis lágrimas,
los inicios de mis risas,
para no secarme sin noches,
para no morirme sin alegrías
De todos los modos de irme,
me gusta el de irme ligero,
sin equipaje y sin odio,
con tus ojos y tus manos
Guardo pequeñas cosas en mi baúl,
que se hinchan, se llenan de tí,
se vuelven grandes de sólo caminar,
se salen, y saltan y vuelan...
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